viernes, 21 de octubre de 2011

Mientras más mueres, menos te recuerdo.


Siempre te he apreciado como a nada en mi vida, he aprendido a vivir contigo, de ver tu forma de ver, de vivir a cómo te gusta vivir, pero tú, tu siempre mueres.

La primera vez que te vi morir, no fue mucho después de que empezamos a estar juntos, obviamente no me refiero a una muerte física, sino a una superficial, drásticamente cambiaste, ya no eras la misma, algo cambio en ti, pero sabía que en tu interior seguías siendo a la misma, esa chica tan especial con la que había considerado estar toda mi vida.

La segunda vez que moriste, ya no halabas igual, eras más sería, las cosas ya no eran iguales…

La segunda vez que moriste, te alejabas demasiado, pareciera que a mi lado ya no quisieres estar, todo  cambio, ya no eras para nada igual a esa chica, y nuevas incógnitas surgieron en mi ser, ¿Habré estado correcto con mi decisión?...

Muchas muertes más ocurrieron y todas me dolieron en el alma debido a que cada vez perdía más y más a mi dulce niña, pero ninguna de ellas me dolió como la de hoy, tu muerte ha llegado, y me lamento trágicamente de ella, ya que esta es la real, aunque estoy consciente de que en cada muerte te perdía, no me dolió tanto porque sabía que a pesar de todo seguías junto a mí, que aquella hermosa promesa que nos hicimos algún día, seguía en pie, y que a pesar de tus muertes, nunca se rompería, pero veo que toda promesa se rompe.

Hoy te veo más pálida de lo que acostumbrabas a estar, acostada en esa fría caja de metal negro, una caja tan fría como terminaste siendo tú, aun no puedo creer que tanto cambio hubo en tu actitud, pero así siempre es la vida, cruel.

Llego a mi casa tras el sufrimiento de ver como tu hermosa figura es sepultada, no cabe en mi cabeza el que tu cuerpo ahora se encuentre cubierto de tierra.

El tiempo sigue pasando, ya no hay más muertes tuyas, y lloro, sufro y me arrepiento, lo quedaría hoy por qué tu estuvieras aquí, a pesar de tus cambios, por lo menos estarías junto a mí, pero no, tú ya no querías que fuera así, te rendiste, y te alejaste de mí, no he tratado de buscarte un reemplazo, porque a pesar de que lo encuentre, no sería n la mitad de lo que tú fuiste para mí.


A pesar de todo, y de que tarde en tomar mi decisión, he decidido rendirme, tratar de buscarte de nuevo, y aunque sea riesgoso el donde valla a terminar, prefiero seguir teniendo tu recuerdo a olvidarlo en este mundo de mortales, la vida es rara, y no quiero seguir con rarezas, voy de nuevo a lo desconocido a buscarte, a tratar de que estés junto a mí, a comprobar que no te fuiste por no querer estar a mi lado , a amarte de nuevo, a volver a ver tus muertes.

 ….