domingo, 24 de marzo de 2013

El manual de un asesino (Parte XIII)


12:10 a.m.
S: Ammm...
R: Dime
S: ¿No se te hace un poco raro esto?
R: De hecho, demasiado
La chica se sonrojo de nuevo
S: ¿Y por qué accediste?
R: Porque tú me diste la oportunidad
S: ¿Sólo por eso?
R: En realidad, me agrado el hecho de que tuvieras el valor de hacerlo
Con las chapas de un rojo vivo y tratando de cambiar el rumbo de la conversación
S: Y dime, ¿Qué lugar cierra tan noche?
R: En realidad el lugar tiene un horario típico, solo hace ciertas excepciones en casos especiales
S: ¿Y cuál es ese caso especial?
R: Podría decirse que por hoy serías tú.
Aún más roja y sin tener algo oportuno que decir bajo la mirada y empezó a jugar con sus dedos.
R: Y dime, ¿Estudias?
S: Sí
Contesto algo nerviosa la chica
S: Actualmente estoy tratando de estudiar una carrera en psicología.
R: ¡Qué interesante!, ¿Y cómo te va?
S: Por lo general bien, no puedo llevar carga completa ya que necesito tiempo para trabajar, pero en las pocas o muchas materias que logro llevar me va bien.
R: Se supone que una carrera así no tiene muchos costos, ¿Me equivoco?
S: No, en realidad más que nada necesitas cerebro.
R: ¿Y por qué la necesidad del trabajo?
S: Am bueno, lo que pasa es que desde que empecé la carrera me separe de mis padres y ahora estoy por mi cuenta
R: ¡Oh!, lo siento, no era mi intención indagar en eso
S: No te apures, no me es molesto comentar acerca de ello
R: Entonces supongo que ganas bien
S: En realidad no tanto, tengo un sueldo fijo y las propinas me ayudan un poco
R: ¿Y por qué sigues ahí?
S: Bueno, el horario es un tanto flexible, y como ya te lo mencione sigo estudiando, y la señora es muy amable conmigo, me permite hacer mi tarea en los tiempos libres o cuando no hay mucha gente, lo cual en verdad me ayuda y le agradezco
R: Eso es una buena razón para seguir ahí... ¡Mira!, es ahí.
12:30 a.m.
El joven dio vuelta en U y se orilló a una entrada que parecía un zaguán, donde dos hombres en traje esperaban, ambos descendieron del coche  y mientras uno recogía las llaves del coche el otro les hizo un ademan para que accedieran.
M: ¿La mesa de siempre señor?
R: Me temo que hare una excepción esta noche, me gustaría tomar una mesa con techo estrellado
M: Me parece una perfecta elección señor, acompáñenme, yo los guiare.
La chica se sentía un poco de extrañez, el lugar no tenía fachada de ningún restaurante conocido, pero al atravesar la entrada quedo sorprendida al ver todo su interior.
S: Jamás pensé que fuera así en su interior
R: Sí, la mayoría de la gente toma inapercibido este lugar por no tener la curiosidad de entrar y conocerlo, en su momento sucedió algo similar conmigo, pero al final mi curiosidad es una de mis más grandes debilidades, y henos aquí.
El mesero tomo el abrigo de la chica y el saco del joven, los sentó en la mesa que había solicitado y prosiguió a mostrarle la carta.
S: ¿Me recomiendas algo?
R: Las pastas de este lugar son magnificas
Ambos ordenaron lo que les pareció correcto y en lo que esperaban sus platillos la chica prosiguió
S: ¿Y tú? ¿A qué te dedicas?
R: Soy Ingeniero en Sistemas Computacionales
S: Suena interesante, pero, disculparas mi ignorancia, ¿Cuál es la función de alguien con esos estudios?
R: Haha, de hecho la mayoría tiende a preguntar algo similar, y pues varía, cada uno tiene una variación y se dedica a lo que más le guste, es como a los doctores, cada uno se especializa en lo que realmente quiere.
S: Eso suena bien, y tú, ¿En qué te especializas?
R: A mí me llamo más la atención el área de seguridad, de hecho tengo una pequeña empresa en la cual me dedico a algunas cosas relacionadas a lo que me gusta, pero no es completamente de mis estudios, es más como de ayuda.
S: Suena interesante, así es que, ¿De ese modo conoces estos lugares?
R: Más bien los lugares me frecuentan, el dueño de este restaurante me pidió ayuda con un trabajo, y con el tiempo seguí en contacto con él, algunas veces tengo reuniones o citas aquí, es por ello que los de afuera me conocen.
S: Valla, una gran duda se aclaró en mí
R: A mí me quedan varias aún
Los platillos se sirvieron
S: Me temo que tendrás que esperar, esta delicia no se puede dejar enfriar
R: Eso no me apura, la noche es larga, estamos bajo un cielo esplendido y por alguna razón, gusto de tu compañía
1:00 a.m.
La chica sonrojada clavo su cubierto en el platillo y dispuso del primer bocado, mientras lo veía con unos ojos hipnotizantes y con una  peculiar y carismática sonrisa...