sábado, 10 de marzo de 2012

El manual de un asesino (Parte IX)


5:00 p.m.
Bajo en bellas artes, una estación sin igual, tenía uno de los palacios más espectaculares del país y por el cual se le daba este nombre a la estación, el palacio de bellas artes, algunas veces había entrado en el, unas por alguna tarea, otras por alguna exposición que se llevaba adentro que le intereso, otras más por algún concierto, y algunas por una cita interesante, no tenía planes de entrar este día, solo esta merodeando esos lugares que le agradaban, en su juventud frecuentaba este lugar y era padre el poder visitar esas rutas de vez en cuando, antes de que pudiera dar un paso para regresar llego a el un tipo que supuestamente vendía información de todo lo que se podía ver adentro, para que si es que eras estudiante te fuera más fácil hacer tus trabajos, obviamente yodo era una farsa, él ponía un precio un tanto elevado, que a forma de sus engaños parecía una ganga, pero lo cierto era que dentro del palacio te proporcionaban toda esa información gratis y mejor aun, a color no eran esas copias raras que cuando en verdad las leías ni siquiera tenían coherencia, el joven solo lo mito y dijo "No gracias , ya tengo suficientes folletos" el tipo lo vio con desprecio y se alejó para ir con una pareja de extranjeros que de vieron muy interesados en la información, "Estúpida sociedad" volvió a decir y camino hacia la torre latinoamericana.

5:20 p.m.
La torre latinoamericana, una torre de inmenso tamaño y que en realidad él nunca había sabido qué o para qué estaba ahí, en si desde que tenía cerca de 4 años no había vuelto a subir al extremo mas alto de esta.

5:30 p.m.
El joven camino en dirección al centro, a lo que era en zócalo, recorriendo una gran cantidad de tiendas, que a pesar de ser modernas conservaban esa fachada rústica y antigua que tenían la mayoría de edificios de esa zona, un gran pasaje que te remiraba a la era antigua de un hermoso país.

5:45 p.m.
El zócalo, todavía era algo temprano así que la bandera aun no era removida, se veía espléndida como ondeaba con ese aire tan cómodo que se sentía, estibo rondando por ahí un buen tiempo, aun abundaban varios vendedores en esa zona, algunos vendiendo pelotas pequeñas con tiras de colores, unos vendiendo globos, otros vendiendo papalotes o inclusive algún tipo de alimento. El joven volteo a ver el palacio nacional, ese lugar donde el presidente año con año se dedicaba a dar el clásico grito de la independencia, ese lugar donde después de las primeras elecciones en las que pudo votar se dio cuenta de como esa estúpida sociedad eligió una de las personas mas estúpidas para la presidencia, pero claro que mas podía esperar si en este país la ignorancia abunda, y una cara bonita, al igual que en las telenovelas de la tarde, siempre gana todo.

6:30 p.m.
Después de un buen tiempo de recordar y caminar por esas calles se dio cuenta que había llegado hasta Allende, volteo a ver su reloj y al ver la hora supuso que la fonda ya la habían cerrado y habían terminado de limpiar, en ese lugar solo sirven comidas así que en las tardes ya estaba cerrado, saco su celular y busco el nombre de esa muchacha, se quedo pensando un momento en que le iba a decir y cuando se decidió presiono el icono de llamar.

S: ¿Bueno?
J: Si, habla Roberto, el chavo que fue a comer hoy.
S: Ah... Este ¡Hola!

Se podía notar un gran nerviosismo en su voz, al parecer él no era el único nervioso en esta conversación.

J: Bueno como te podrás dar cuenta note tu nota, y sinceramente me dio gusto el hacerlo, sé que puede sonar un tanto raro el que te invite de este modo, pero hoy en la noche tengo una reservación para cenar, el problema es que es algo tarde ¿No se si tendrías algún inconveniente en acompañarme?

S: No (Se apresuró a decir), estaría encantada en ir con usted, pero ¿Cómo nos veríamos?

J: Debido a que será ya noche no me gustaría que se expusiera a algún peligro, por lo que, si gustas, paso por ti a tu casa.

S: Eso seria estupendo...

El joven tomo la dirección de la chica, y después de un alegre despido sonrió y colgó, no se imagino que algo así fuera a suceder en un día como hoy,  "Es curioso, el destino da muchas vueltas a la vida" se dijo a si mismo, se paro en la calle y espero a que un taxi pasara.